Para maximizar la eficiencia en los gastos, es necesario conocer la diferencia entre CAPEX vs. OPEX y cuando utilizar cada uno de ellos. Esto puede llegar a ser el factor determinante a la hora de mejorar los gastos de una empresa.
Dada su importancia, repasemos cada uno de ellos.
CAPEX
En el duelo CAPEX vs. OPEX, CAPEX – acrónimo que surge de su significado en inglés Capital Expenditure – se refiere a los gastos de capital : compras de bienes o servicios de gran importancia que se utilizarán para mejorar el desempeño de una empresa en un plazo determinado dentro de la estrategia de desarrollo.
Este tipo de gastos es usado generalmente para la adquisición de activos fijos como propiedades, plantas y equipos.
Un aspecto clave es la vida útil de los que se compra a través de este tipo de gasto:
CAPEX representa el gasto de la empresa en activos físicos.
Cada industria tiene su tipo de capital: inversiones de bienes de equipo, inmobiliario, lo que no cambia es la forma en la que se deprecian. Esta adquisición de activos fijos (CAPEX) tendrá una amortización en el tiempo que dependerá de la naturaleza del bien adquirido por lo que puede llegar a ser limitada.
Por otro lado, el CAPEX puede ser financiado a través de deuda de diferente naturaleza. Sin embargo, esta adquisición de deuda puede llegar a impactar de manera no tan positiva la opinión de los accionistas o futuros inversionistas sobre la empresa ya que puede afectar la atribución de dividendos entre otros aspectos.
OPEX
Tradicionalmente, los gastos operativos (OPEX – por su denominación en inglés Operational Expenditure) son los costos en los que incurre una empresa para llevar a cabo sus operaciones diarias. Históricamente, se les conoce así a los costos habituales de operación de una empresa. Por ejemplo: gastos de salarios, alquileres, investigación y desarrollo, etc.
Los gastos operativos son deducibles completamente, por lo que reducen el pago de impuestos de las empresas.
CAPEX vs. OPEX : ¿por qué no redefinirlos?
A pesar de las definiciones tradicionales de CAPEX y OPEX, vemos que las necesidades operativas de una empresa o proyecto pueden llegar a modificarse o desviarse del plan inicial por eventos que no fueron previstos.
Un ejemplo de esto fueron las modificaciones en producción, logística y otros sectores que el COVID trajo consigo. Orillando a las empresas a realizar gastos no previstos, pero necesarios para continuar con su operación. Otra situación que se presenta continuamente es la extensión (o no) de proyectos de infraestructura o servicios, para los cuales existe una planeación y asignación de recursos que al final puede sufrir modificaciones y causar problemas dentro de la organización.
Es por esto que en el debate de CAPEX vs. OPEX creemos que es necesario adaptar las definiciones y conceptos que se tienen para cada uno, revisándolos de tal forma que se adapten a las diferentes realidades que las empresas afrontan:
- ¿Por qué adquirir una maquinaria o línea de producción y amortizarla de acuerdo con un estándar cuando se podría optar por un alquiler a largo plazo con cuotas adaptadas a mis ciclos de negocio?
- ¿Por qué gastar capital para la adquisición de equipamiento sin que sea deducible de acuerdo a la planeación estratégica de la empresa?
- ¿Por qué realizar compras de bienes de equipo para atender a una necesidad puntual que aún no determinamos si se convertirá indispensable para la operación de la empresa?
- ¿Por qué adquirir equipamiento que tecnológicamente evoluciona constantemente y que será obsoleto cuando podría alquilarlo a mediano o largo plazo?
Es esta línea de pensamiento ha generado que hoy en día existan soluciones de financiación que hagan frente a situaciones en las que se busque compaginar gastos con ingresos bajo una nueva visión.
CAPEX vs. OPEX: el papel del renting en su redefinición
El renting ITL, considerado un gasto operativo, viene a redefinir la visión tradicionalista del OPEX. Esto ya que cuenta con aspectos que lo convierten en un gasto de esta naturaleza:
- No requiere inversión de capital o adquisición de deuda
- Es 100% deducible
- Es un pago (gasto) periódico
- Usado para maquinaria y equipamiento, se vuelve indispensable para la operación de la empresa
- No impacta los estados financieros ante los accionistas o inversionistas
Dado lo anterior, en ITL creemos que el renting puede dar libertad a Directores Financieros y Directores de Compras al momento de verse en la necesidad de realizar ajustes a los gastos previstos para un determinado ciclo en lo que a adquisición de bienes de equipo respecta.
Con un gasto mínimo y controlado, pueden impulsar sus proyectos sin un impacto en los resultados del año.
Si deseas saber más sobre los casos de éxito del renting como OPEX, te invitamos a visitar la sección de casos de éxito.