El elegir la financiación adecuada para un proyecto determinado o un activo específico no siempre es fácil. Existen varios factores a considerar que van más allá del precio y que tienen la misma, o incluso mayor relevancia. Debido a que ciertos factores pueden llegar a determinar el éxito o fracaso del proyecto de equipamiento es importante conocer todas las ventajas de las soluciones existentes. El renting y leasing son dos soluciones cuyo uso se ha democratizado en los últimos años. A pesar de esta democratización, aún se llegan a confundir, por lo que es importante saber distinguir sus diferencias y determinar cuándo elegir cada una de ellas.
Renting y leasing: cómo funcionan
Qué es el Renting
A pesar de que renting y leasing pueden parecer iguales son diferentes. El renting o arrendamiento operativo, permite a una empresa o negocio equiparse con nueva maquinaria y equipamiento, así como renovar los ya existentes. Consiste en un arrendamiento a mediano o largo plazo de un activo, sin necesidad de invertir capital.
La financiación bajo la modalidad de renting permite adaptar el periodo del contrato y el importe de las cuotas al presupuesto y condiciones operativas de tu negocio.
Esta flexibilidad facilita aumentar la competitividad empresarial y mejorar la rentabilidad.
En resumen, el renting ofrece:
- Equipos de vanguardia: Incluye maquinaria y equipos más innovadores para tu trabajo.
- Cero inversión inicial: No necesitas realizar una inversión inicial lo que te permite utilizar tu capital para otros proyectos.
- Cuotas mensuales fijas o adaptadas, tú decides: Paga la misma cuota todos los meses o adapta su importe a la estacionalidad de tu negocio y los flujos de capital.
- Renovación constante de equipamiento: Mantén una alta competitividad renovando tus equipos continuamente.
- Contrato adaptable: Escoge el periodo de contrato de renting que mejor se adapte a tu operación.
- Ahorro económico: Aprovecha tus gastos de renting para reducir el Impuesto de Sociedades o IRPF.
Qué es el Leasing
El leasing se refiere a una modalidad de arrendamiento financiero cuyo objetivo es ceder el uso de bienes muebles al usuario que los requiere a cambio de una contraprestación pagada periódicamente en forma de cuotas. Este tipo de contratos incluyen la compra del bien al final del contrato por parte del usuario.
El leasing tiene tanto ventajas como inconvenientes, por lo que debes escoger la financiación que mejor se adapte a tus preferencias.
Diferencias entre renting y leasing
Después de leer un poco acerca cada una de las soluciones de financiación, la siguiente tabla presenta las principales diferencias entre el renting y el leasing:
LEASING | RENTING |
Es necesario registrarlo en CIRBE, por lo que afecta la capacidad de endeudamiento | No se registra en CIRBE: conserva tu capacidad de endeudamiento |
Depreciación limitada | Gasto 100% deducible |
Complicada depreciación fiscal y contable | Se registra como un gasto (pago por servicio) |
La totalidad de la deuda se tiene que registrar en balance | La deuda no se registra en balance |
Bajos Valores Residuales (lo que provoca una mayor deuda a registrar en balance) | Altos Valores Residuales que se traducen en cuotas bajas |
Compromiso de compra del activo al final del contrato | El cliente decide entre renovar, extender el contrato, etc. |
Falta de transparencia: Pagos de anticipos, comisiones, gastos de gestión y estudio, etc. | Total transparencia: sin cargos adicionales |
Requiere firma ante Notario | Sin firma ante Notario |
Diferencias entre el Renting y Leasing para empresas
Hoy en día, el acceso a nuevas tecnologías y equipamiento es de vital importancia para el desarrollo de las empresas y negocios. Sin embargo, el contar con nuevas tecnologías conlleva una serie de cálculos financieros para solventarlas de la mejor manera posible para la salud y estabilidad financiera de la empresa.
Es en el proceso de toma de decisión entre un abanico de opciones como lo son la compra, crédito o el renting y leasing es importante considerar los costes ocultos o inconvenientes de cada solución.
En el caso específico del renting para empresas, esta solución facilita el uso de nuevas tecnologías por el periodo de tiempo que así lo requieran sin necesidad de complejidades financieras como lo son el pago de anticipos, tablas de amortizaciones, avales, registro en deuda, etc.
Un claro ejemplo es la diferencia en la gestión de la NIIF 16 entre el renting y el leasing. En el caso del renting, y debido a que ofrece mayores valores residuales que el leasing, la deuda que se registra, que corresponde a la suma de las cuotas por pagar actualizadas, será siempre menor a la deuda a registrar si se opta por un leasing, ya que en este generalmente no existen Valores Residuales.
Como se mencionó previamente, el renting consiste en el arrendamiento de un activo por un periodo de tiempo determinado ofreciendo ventajas fiscales y operativas a la empresa a lo largo del periodo del contrato. Ofrece al final del contrato una serie de opciones para conservar el equipo, renovar el contrato, incluir equipos o accesorios o incluso cambiarlo por uno de reciente modelo. Todo lo anterior con el fin único de que las empresas tengan total flexibilidad y libertad en la toma de decisiones que mejor convenga a los intereses de su negocio.
Diferencias entre el Renting y Leasing para autónomos
En el caso de los autónomos, el debate entre el renting y leasing se ha agudizado en los últimos años, ya que a pesar de que hasta hace algunos años se optaba por el leasing como la solución de financiación, la necesidad de constante renovación (sobre todo en el sector salud) e inclusión de nuevos servicios ha provocado que se busque una forma más sencilla y económica de mantenerse a la vanguardia tecnológica sin necesidad de descapitalizarse.
Esta búsqueda de renovación y de ampliar la cartera de servicios, teniendo la satisfacción del cliente como prioridad, ha ocasionado que el renting para autónomos tome protagonismo entre los médicos y profesionales de la salud. Este protagonismo del renting se debe en gran parte a que su gestión es sumamente sencilla y permite presupuestar fácilmente el gasto que se tendrá mensualmente ya que la cuota es fija a lo largo del contrato e incluye el seguro del equipo con amplia cobertura. Sin mencionar que el gasto es 100% deducible ya que es considerado como un gasto.
Aunado a esto, una importante diferencia entre el renting y leasing para los autónomos es que el renting no se considera como deuda (no figura en CIRBE). Gracias a esto, los autónomos conservan su capacidad de endeudamiento para utilizarla en otro tipo de inversiones, como por ejemplo obtener préstamos hipotecarios.
Otros motivos por los cuales el renting ha ganado terreno entre los autónomos es que no requiere el pago de anticipos, no tiene comisiones o cargos adicionales y, al final del contrato, el profesional tiene flexibilidad total entre cambiar el equipo o prorrogar el contrato, entre otras opciones, mientras que, con el leasing, forzosamente tiene que conservarlo al final del contrato.
En ITL estamos comprometidos con los autónomos y lo demostramos con una firma de contrato sencilla y rápida, sin necesidad de firma ante notario.